No me extrañaba su actitud, pues casi siempre me quedo observándolo y sí que posa muy bien, tomé una foto a color pero no me agradó mucho, se me vino a la mente tomarlas en blanco y negro, Y que bien que salieron. Siguieron las tomas, tuve algunos problemas pues Jafet se mueve mucho y una que otra salió movida, pero pude solucionarlo, a veces me miraba atento y se quedaba quieto como si en realidad supiera de que lo estaba fotografiando. Hubo un instante en la que atento me miró y en ese momento cambió su mirada hacia arriba, aproveché y tomé la foto. No me podrán creer que estuvo así un rato y en mi mente pensé “¿lo hizo a propósito o que?”.
A todo esto mi hermana emocionadísima, una y otra vez me decía lo lindo que era su gato, y yo sólo le concedía su pedido. Inquieto, delicado y muy posero ese gato, me gustaron las fotos. Admitiré esta vez que ese gato me agrada más…


