Han pasado más 20 años desde que el terrorismo llenó las calles peruanas con sangre de víctimas inocentes, aquellas que dejaron un dolor profundo en las familias -la mayor parte de estas en la sierra peruana-, familias que inexplicablemente no podían comprender, gracias a su silencio e ignorancia, que tanto dolor podía dejar la avaricia por el poder.
Las figuras que llenaron esta historia de dolor se hicieron presentes, al defender la justicia, inocencia y al tratar de terminar con tanto dolor. Pero sólo están presentes en memoria, y en unos que otros textos que llenan las paginas para explicar muy poco los 20 años de dolor y guerra por el terrorismo.
Este dolor no lo podemos dejar en total silencio y en un recuerdo que al pasar los años se vuelve más doloroso (para los que la vivieron) y borrable (para los que sólo escucharon). Las familias de las victimas aún siguen buscando restos de sus padres, hijos, hermanos, que aún no son ubicados del todo, pero a veces la esperanza de velarlos se hace cercana.
La construcción de un Museo que ayude a recordar lo que fueron años de dolor, se encuentra en disputa, no todos están de acuerdo con esta creación. ¿Pero que tan doloroso puede ser construirlo?...
Tener presente a las victimas es demostrar que el Perú no borra episodios sangrientos de los que llena páginas de historia de este País, honrar a las familias acompañándolas en una incansable búsqueda y dolor, que año tras año ha venido hundiéndolas en su silencio de no poder hacer nada.
El presidente de la República rechazó una donación por parte de Ángela Merkel (canciller Alemana) para la construcción de este museo, pero refirió decirle que la donación debería de ir directamente a las familias afectadas por este suceso.
No le encuentro tan grato el haber rechazado tal donación ya que el gobierno tendría que hacerse cargo de ayudar a las personas que han quedado afectadas.
No comparemos sólo asimilemos, países desarrollados orgullosos de su cultura y su pasado cuan doloroso éste fuese honran la memoria de sus victimas en distintos episodios con museos como el de Auschwitz, Hiroshima, Pearl Harbor, y en Alemania con el suceso de la guerra de Vietnam.
Todos ellos corresponden a Países desarrollados que no ignoran su pasado, y esto los hace fuertes, porque superaron lo doloroso y se hacen uno al ponerse en el dolor de las familias.
El Perú debe reconocer que tenemos un pasado por el cual debemos luchar y que esto no nos daña en nada, sólo ayuda a ser humanos con el dolor ajeno, a enseñar a nuestro futuro lo que fue lo mas doloroso de nuestro pasado, a no ignorar que también fuimos víctimas de un terrorismo que cobró vidas inocentes, no hay pecado alguno, ni remordimientos, ni nos llenaremos de dolor para la vida, ni siquiera dañaremos el estado emocional de las familias.
Recordaremos orgullosos que luchamos hasta el final, para matar el terrorismo, aunque nos costó sangre, pero seguimos siendo peruanos.
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