Niña y abuela son rescatadas por un leñador tras haber sido atacadas por un lobo, quien les engañó para devorárselas. Leñador, niña y abuela afirman haber conversado con el feroz animal, y éste se mostrase de lo más cordial ante las agredidas. Mientras tanto hasta el momento no se sabe el paradero del casi homicida.
Caperucita Roja, de ocho años, asegura haber sido engañada por un lobo en el bosque, con quién se entretuvo conversando, mientras tanto él tenía las feroces intenciones de comérsela.
Caperucita roja se dirigía hacia la casa de su abuela a entregar el recado que su madre le enviaba, y este dato se lo dio al lobo, quien muy astuto no dudo en ir rápidamente hacia la casa de la abuela, y tramar su emboscada perfecta para atacar no sólo a caperucita si no a la abuela de ésta.
La mañana del día sábado, Caperucita Roja, quién vive en el bosque, es enviada por órdenes de su mamá hacia la casa de su abuela a dejarle una cesta de dulces y miel, ella le recomienda que no se entretuviera ni hablara con nadie.
Caperucita haciendo caso omiso a las advertencias de su madre se entretuvo recogiendo flores y conversando con un lobo, que se le cruzó por el camino.
El astuto agresor se dirigió hacia la casa de la abuela después de conversar con Caperucita, al llegar a la casa de la abuela, al parecer tocó la puerta fingiendo la voz de caperucita, logrando confundir así a la abuela, ésta pensando que era su nieta lo dejó pasar.
En el interior de la habitación la abuela al darse cuenta de que no era su nieta si no un lobo, decide huir de aquel animal escondiéndose en el ropero de su habitación.
Caperucita al llegar a la casa, tocó la puerta y esta vez el lobo fingió la voz de la abuela, ella entró, sin prever lo que sucedería. Empieza un dialogo un tanto engañoso y a la vez curioso que termina cuando Caperucita le pregunta: ¿Abuelita por qué tienes esos dientes tan grandes? a lo que éste responde: “para comerte mejor”.
Es ahí en el mismo instante en que el lobo sale de la cama dirigiéndose hacia ella para así lograr su cometido, caperucita al gritar con desesperación logra captar la atención de un leñador, que para su fortuna pasaba por el lugar, éste al escucharla se dirige a la casa, y tras forcejear la puerta logra entrar y rescatar a tiempo a la asustada niña, el lobo al ver al hombre con un hacha, huyó del lugar aterrorizado.
La abuela con más seguridad sale del ropero al encuentro de su nieta y a la vez le agradeció al leñador.
Hasta el momento no hay rastros ni paradero del animal casi homicida.